martes, 21 de abril de 2015

IRMA GRESE, LA MAYOR ASESINA DE LA HISTORIA




Irma Grese ha pasado a la historia como la persona más sádica y cruel que la humanidad ha conocido. Superó incluso a la famosa Elizabeth Bathory, la cual asesinó a  616 mujeres. Fue imposible determinar el número concreto de asesinatos que cometió. Se dice que los cometía a un ritmo promedio de treinta al dia...


Conocida como el “Angel de Auschwitz”,  “La Bestia Bella”, “La Cancerbera”, “El ángel de la Muerte” o “La Perra de Belsen”.  Nació el 17 de octubre de 1923 y dejó sus estudios en 1938, dos años después de que su madre se suicidara en 1936.

A la edad de 14 años su mente estaba manipulada. Pasó dos años en un sanatorio de las SS intentando graduarse en enfermería, algo que nunca consiguió. Pronto se vio fascinada por la oratoria de Hitler y comenzó a formar parte de las juventudes hitlerianas.



A la edad de 15 – 16 años fue amante de los altos cargos nazis, tanto de hombres como mujeres, ya que era bisexual.

Con 18 años, en 1942, se presentó como voluntaria para entrenamiento en el campo de concentración de Ravensbruck. Fue a su hogar con el uniforme de las juventudes y su padre que era disidente la tiró de casa.  De la rabia que sintió denuncio a su padre y lo metió en la cárcel, el cual se quedó allí el resto de su vida.


En 1943 fue trasladada al famoso campo de concentración de Auschwitz. A finales de ese mismo año fue ascendida a supervisora de la parte femenina, siendo la segunda mujer de más alto rango después de Maria Mandel. Aquí fue donde se ganó el apodo de “El Ángel de Auschwitz” por el nivel de su crueldad. Tenía a su cargo 30.000 prisioneras judías, en su mayoría polacas y húngaras


“Mi mayor placer es dispararle a una judía embarazada ya que así mato a dos enemigos del Führer”

Irma Grese

Después de sembrar el terror y el sufrimiento más tarde pasó a otros campos de concentración, Ravensbruck y Bergen – Belsen, donde fue directora de la parte femenina del campo.




Entre las atrocidades que comentió se podrían destacar muchas. Irma tenía unos perros de raza Doverman a los cuales les hacia pasar hambre y luego les daba de comer las piernas de las prisioneras, de esta manera las obligaba a ir gateando.


A pesar de ser sádica también estaba enferma mentalmente, algo que demostraba cuando tenía orgasmos mientras destrozaba los pechos de las prisioneras con una fusta que siempre la acompañaba.

Según el testimonio de Gisella Perl, ginecóloga judía de Auschwitz:

“Grese gustaba de azotar con su fusta en los senos a jóvenes bien dotadas, con el objeto de que las heridas se infectaran. Cuando esto ocurría, yo tenía que ordenar la amputación del pecho, que se realizaba sin anestesia. Entonces ella se excitaba sexualmente con el sufrimiento de la mujer”.

Tenía relaciones sexuales de ambos sexos y al finalizar enviaba a algunas víctimas directamente al crematorio.


Siempre usaba botas pesadas, una fusta y una pistola. Irma era conocida por asesinar a las prisioneras a sangre fría, torturar niños y propinar palizas brutales con su fusta de látigo trenzado hasta provocar la muerte a sus víctimas.

Ni ella ni las de su alrrededor mostraban ni un mínimo de humanidad. Después de matar a cientos de personas por la mañana, llegaba la tarde y se iban al campo a disfrutar de buenas y felices comidas.



La obsesión de su vida era crear un ejército de mujeres nazis. El último mes que estuvo en el campo de concentración dejó morir de hambre a 93.000 personas entre ellas Ana Frank y su hermana.

Cuando fue capturada pasó a ser considerada una de las principales criminales de guerra. Irma nunca admitió todos los asesinatos ni las torturas, pero sí admitió sus ideales nazis, cantando himnos de las SS en su celda.


Después de ser detenida se encontraron lámparas de mesa en su casa elaboradas con piel humana que ella misma había hecho. Pertenecían a tres prisioneros judíos despellejados y asesinados por ella misma

Olga Lengyel, declaró en el jucio que Irma mantuvo relaciones con el SS Hauptsturmführer Joseph Mengele y Josef Kramer.


En el jucio de Bergen Belsen, realizado de septiembre a diciembre de 1945, fue condenada a muerte a los 21 años de edad y la semana que cumplió 22 la ahorcaron. Ha sido la mujer más joven condenada a muerte sobre las leyes inglesas del siglo XX.

Fue ejecutada en la prision de Hamelín, en Alemania, el 13 de diciembre de 1945. Sus últimas palabras a su verdugo fueron: “Schnell!” (¡Rápido!).



Actualmente existen supervivientes que escaparon con suerte de esta mujer.



Fragmentos extraídos del libro “Los hornos de Hitler”



  • Sobre lo que Irma Grese planeaba hacer con su vida tras la nunca habida victoria alemana…:

‹‹En cuanto terminó la operación, empezó a charlar:
—Después de la guerra, me propongo dedicarme al cine. Ustedes verán mi nombre luminoso en las marquesinas. Conozco la             vida y he visto mucho. Las experiencias que he tenido me van a ser muy útiles para mi carrera artística››

  • Una escena de abuso salvaje y arrogancia, vivida en carne propia por la autora del libro:‹‹Con lentitud calculada, sacó un revólver de su mesa y avanzó hacia mí. Formábamos un rudo contraste: yo, con la cabeza rapada, andrajosa, sucia, empapada de lluvia, y ella con el pelo magníficamente peinado y cuidado, con su belleza deslumbradora y su maquillaje perfecto. El impecable vestido hecho a la medida realzaba su esbelta figura.

—¡Puerca! —silbó entre dientes.
Me aparté, encogida, del cañón frío de su revólver cuando me lo pasó por la sien izquierda. Sentí su cálido aliento.
—Conque tienes miedo, ¿no?
De pronto, descargó la culata de su arma sobre mi cabeza, una y otra y otra vez. Me golpeó la cara con el puño, una y otra vez.
Probé el sabor de mi sangre. Me tropecé y fui a caer sobre la piel de lobo.
Cuando abrí los ojos, estaba tirada en el barro, bajo la lluvia, que seguía cayendo.››
  • Sobre cómo, además de su esclava sexual permanente, tenía otras que, sin correr la misma suerte, solo duraban por temporadas antes de ser enviadas a la muerte:‹‹Las jefas del campo eran famosas por sus aberraciones. La Griese era bisexual. Su criada, que era amiga mía, me informó de que muchas veces Irma Griese tenía relaciones homosexuales con internadas, a las que después mandaba al crematorio. Una de sus favoritas era una “blocova”, que estuvo siendo su esclava una  larga  temporada  hasta  que  la jefa del campo se cansó de ella.››

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