Veremos por qué el cerebro puede ser operado a “cerebro abierto sin anestesia” que es bastante impresionante cuando lo ves por primera vez y la gran mayoría de la gente desconoce, y es que te pueden operar del cerebro sin que sea necesario perder la consciencia, pero… ¿Por qué?.. VER VIDEOS!
Los nociceptores o receptores del dolor
Los nociceptores, como su nombre bien indica, son los receptores encargados de recibir el dolor en nuestro organismo. Pueden detectar cambios químicos, térmicos o mecánicos (ya los nombramos en el post sobre el dolor de cabeza producido por el helado).
Estos nociceptores podemos encontrarlos en nuestro organismo en muchísimas partes, pensad todo aquello que os ha dolido a lo largo de vuestra vida… pues ahí había nociceptores: músculos, articulaciones, piel, etc. Pero también hay sitios donde no hay receptores del dolor, como ocurre en el caso del cerebro.
La primera vez que escuché esto la verdad es que me quedé a cuadros, pero en realidad si lo pensamos fríamente, ¿Para qué necesitaríamos receptores del dolor en el cerebro? Si alguien nos está tocando el cerebro, de lo que debemos preocuparnos es de cómo ha llegado ahí y no de si nos están tocando el cerebro o no ;) (no sé si me explico).
Operaciones a “cerebro abierto” sin anestesia
Llegamos a la parte impresionante, y son las operaciones en el cerebro sin que el paciente pierda la consciencia, estando despiertos en todo momento. Aunque he de admitir que lo de “sin anestesia” es un título un poco mentirijilla para llamar vuestra atención, ya que realmente si hace falta anestesia, si alguien os dice lo contrario (como en algunos post de internet) os están contando una milonga.
Que el cerebro no tenga nociceptores y por lo tanto no pueda “sentir” dolor no quiere decir que para acceder a él no haga falta anestesia, recordad que la piel sí tiene nociceptores o receptores del dolor y para acceder al cerebro hay que atravesarla.
Gracias a los fármacos anestésicos de última generación se ha podido sedar a los pacientes y mantenerlos controlados mientras son plenamente conscientes. El hecho de que puedan estar conscientes durante la operación ha aumentado notablemente el éxito de las intervenciones a nivel cerebral, ya que saben en el momento si el cirujano va por el buen camino o si por el contrario está tocando una zona que no debería.
Un ejemplo de esto sería una persona que tenga constantes movimientos en sus brazos, para solucionar este problema se ha desarrollado una técnica que consiste en la implantación de unos electrodos en el cerebro. Para saber si la colocación se ha realizado en el lugar adecuado al paciente se le dice que mueva las manos para comprobar si el temblor ha desaparecido o si por el contrario persiste, pudiendo así encontrar el punto exacto durante la operación.
La verdad es que es impresionante como avanza la tecnología y su aplicación en nuestras vidas.
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. Fuente: http://www.lavidacotidiana.es/